Cuatro clases de Amar
Hay cuatro
palabras griegas para amor que es importante que los cristianos comprendan. Son
agape, fileo, storge, y eros. Tres de ellas
aparecen en la Biblia. Si vamos a comprender la Biblia y el mundo bíblico, es importante que
comprendamos lo que significan estas palabras y cómo difieren.
La palabra griega
para amor sexual o amor apasionado es eros, de la cual obtenemos
palabras tales como “erótico.” Cuando eros era utilizado como nombre
propio, se refería al dios griego del amor. La palabra griega eros no
aparece en el texto bíblico, así que no le dedicaremos tiempo en este artículo,
pero ha tenido tal impacto en el idioma español y en nuestro punto de vista del
amor sexual, que es importante mencionarla.
La palabra griega
que se refiere al amor de Dios, una de las clases de amor que debemos tener
hacia las personas, es agape. Agape es la naturaleza misma de
Dios, porque Dios es amor (1 Juan 4:7- 12, 16b). La gran clave para comprender
agape es darse cuenta de que puede ser reconocido a partir de la acción
que inspira. De hecho, hablamos a veces del “modelo de acción” del amor
agape. La gente de hoy está acostumbrada a pensar del amor como un
sentimiento, pero ése no es necesariamente el caso con el amor agape.
Agape es amor a causa de lo que hace, no debido a cómo se
siente.
Dios de tal
manera “amó” (agape) que dio a Su Hijo. No se sintió bien Dios al hacer eso,
pero fue lo que por amor debía hacerse. Cristo de tal manera amó
(agape) que dio su vida. Él no quería morir, pero él amó, así que hizo
lo que Dios requirió. Una madre que ama a su bebé enfermo permanecerá despierta
toda la noche cuidándolo, lo cual no es algo que ella desea hacer, pero es un
acto verdadero de amor agape.
El punto es que
el amor agape no es simplemente un impulso generado por sensaciones.
Más bien, el amor agape es un ejercicio de la voluntad, una decisión
deliberada. Esta es la razón por la cual Dios puede ordenar que amemos a
nuestros enemigos (Mateo 5:44; Ex. 23:1-5). Él no nos ordena que “tengamos
buenos sentimientos” para con nuestros enemigos, sino a tener una actitud
amorosa hacia ellos. El amor agape se relaciona con la obediencia y el
compromiso, y no necesariamente con el sentimiento y la emoción. “Amar” a
alguien es obedecer a Dios en favor de otra persona, buscando para él o ella, la
bendición y beneficio a largo plazo.
La manera de
saber que amamos (agape) a Dios es que obedezcamos Sus mandamientos.
Jesús dijo: “¿Quién es el que me ama? El que hace suyos mis mandamientos y los
obedece”. (Juan 14:21) Hay cristianos que dicen que aman a Dios, pero su forma
de vida es contraria a la voluntad de Dios. Estas personas confunden sus
sentimientos de afecto por Dios y creen que ese es el verdadero amor
agape. Jesús hizo la siguiente aclaración: “El que no me ama, no
obedece mis palabras” (Juan 14:24 a).
El amor es el
carácter distintivo de la vida cristiana en lo referente a otros cristianos y a
toda la humanidad. Lo que “por amor” debe hacerse, puede no ser siempre fácil, y
el amor verdadero no es “sentimentalismo exagerado”. El amor genuino a menudo
conlleva un costo. Por ejemplo, castigar a los
criminales para
mantener a la sociedad segura, es amar, pero no fácil o agradable. Y pedir que
alguien deje tu reunión bíblica porque persiste en pecar flagrantemente, es
amor, pero nunca fácil (1Corintios 5:1-5). Esto no quiere decir que el amor
agape no tenga sentimientos asociados, y la situación ideal ocurre
cuando lo que debe hacerse por amor, también es lo que deseamos hacer. Los
cristianos deben ser conocidos por su amor los unos a los otros (Juan
13:35).
La tercera
palabra para “amor” que necesitamos examinar es fileo, que significa
“tener un interés especial en alguien o algo, con frecuencia enfocado en una
asociación cercana; tener afecto por, gustar, considerar a alguien un amigo.” Sería probablemente provechoso si
fileo nunca fuera traducido “amor” en el Nuevo Testamento, porque se
refiere a un fuerte agrado o a una fuerte amistad. Por supuesto, vemos cómo a
fileo se lo traduce “amor”, porque en la cultura moderna decimos que
“amamos” cosas que nos agradan mucho: “yo amo el helado”, “yo amo mi automóvil”,
“yo amo la manera en que tu cabello se ve”, etc. La palabra fileo
implica una conexión emocional fuerte, y por lo tanto se utiliza para “amor” o
amistad profunda, entre amigos. Usted puede agape a sus enemigos, pero
usted no los puede fileo.
La diferencia
entre agape y fileo queda muy clara en (Juan 21:15ss), pero
desafortunadamente se obscurece en muchas traducciones. Después de ser levantado
de los muertos, Jesús se encontró con Pedro. Aquí está la versión corta de lo
que se dijeron el uno al otro.
Jesús: Simón…¿tú me amas (agape) más que a éstos? [¿peces?].
Pedro: Sí, Señor; tú sabes que te amo (fileo).
Jesús: Simón…¿me …amas (agape)?
Pedro: Sí, Señor, tú sabes que te amo (fileo).
Jesús: Simón…¿tú me amas (fileo)?
Pedro: [afligido] Señor…tú sabes que te amo (fileo).
¿Por qué hay una
diferencia en las palabras que se utilizan para “amor” en esta conversación?
¿Por qué Jesús utilizó agape y Pedro utilizo fileo? Jesús le
preguntaba a Pedro si él lo amaba con el amor de Dios, un amor que puede
requerir sacrificio. Después de todo, Jesús acababa de pasar por una horrenda
tortura por la salvación de Pedro (y la nuestra), algo que él no deseaba hacer
pero que hizo de todos modos debido a su amor agape. En cambio, Pedro
evitó una posible tortura negando a Jesús.
Jesús dos veces
le preguntó a Pedro “¿tú me agape?” (Es decir ¿estás deseoso de hacer
por mí aquellas cosas que tú no deseas hacer?). Pedro, por otra parte, todavía
se sentía atormentado por haber negado a Jesús, y tenía esperanzas de que su
amistad siguiera intacta. ¿Le recriminó Jesús a Pedro que lo hubiera negado? ¿Lo
seguiría tratando como a un socio y compañero cercano? Pedro no estaba seguro
dónde estaba parado en su relación con Jesús, así que intentaba hacerle saber a
Jesús que en él seguía teniendo a un amigo verdadero, y que tenía amor
fileo por Jesús.
La tercera vez
que Jesús le habló a Pedro, descendió al nivel de Pedro y le preguntó si Pedro
era, de hecho, un amigo verdadero (fileo), lo cual afligió a Pedro. Sin
embargo, era importante porque Jesús sabía lo que Pedro no sabia: que Jesús
ascendería al cielo, y Pedro y los otros quedarían para realizar su trabajo en
la Tierra, lo cual requeriría que todos ellos fueran sus buenos amigos e
hicieran su voluntad aun cuando significase adversidad.
La cuarta palabra
griega que necesitamos comprender es storge, que es el amor y el afecto que
ocurre naturalmente entre padres e hijos, que puede existir entre hermanos, y
que existe entre maridos y esposas en un buen matrimonio. Ocurre en (Romanos
12:10) en la palabra filostorgos, que es una palabra compuesta por filos (la
forma sustantiva de fileo) y storge. (Romanos 12:10) es un versículo muy
importante, que nos guía a ser muy cariñosos y amables unos con
otros.
Romanos 12:10 (traducción expandida del autor)
En cuanto a su amor fraternal, que haya entre ustedes una profunda amistad y afecto familiar.
Si hemos de tener una vida cristiana maravillosa, obediente a la voz de Dios, y a tener una enriquecedora comunión con otros cristianos, necesitaremos ejercitar todas estas tres clases de amor. Necesitamos amor agape porque algunas de las cosas que Dios requiere de nosotros no son ni divertidas ni fáciles, pero necesitan ser hechas. Necesitamos tener amor fileo porque necesitamos amigos verdaderos que se mantengan a nuestro lado, gente que esté conectada emocionalmente con nosotros y con quien podamos compartir nuestros pensamientos y sensaciones más íntimas. Finalmente, los cristianos necesitamos brindarnos amor storge unos a otros, un afecto familiar profundo que nos conforte y nos ayude a sentirnos conectados a toda nuestra familia espiritual.